Los arneses para galgo son, sin lugar a duda, la opción más segura a la hora de salir a pasear con nuestra mascota. Son especialmente aconsejables en perros nerviosos o que tengan un fuerte instinto de presa.
El galgo es un animal estilizado y de corte atlético. Su delicado y frágil cuello puede sufrir daños si lo llevamos atado con un collar estándar. Cuando el perro tira del collar, tiende a ahogarse. La presión ejercida sobre su garganta, especialmente en perros nerviosos, puede causar lesiones musculares y problemas respiratorios.
La solución ideal para él es un arnés. Éste reparte la fuerza de los tirones entre el pecho y las costillas, que son áreas más grandes y menos sensibles.
¿Por qué comprar un arnés para galgo?
El galgo es un animal asustadizo por naturaleza y en caso de pánico tiende a tirar hacia atrás para intentar escaparse.
Un arnés evitará que pueda librarse de su sujeción, escapar y ponerse en una situación real de peligro.
Los arneses son antideslizantes y fácilmente ajustables. Un buen arnés antiescape debe tener tres puntos de agarre alrededor del cuerpo, irá anclado en la parte delantera del pecho y rodeará la caja torácica y zona abdominal.
El arnés es el sistema de sujeción más cómodo y seguro para realizar los paseos diarios junto a nuestro compañero.
Se pueden utilizar bajo cualquier chaleco, abrigo o chubasquero siempre que éstos dispongan de orificio para facilitar el enganche.
¿Cómo debemos colocar el arnés?
Existen diferentes tipos de arneses para perros y cada uno de ellos tendrá un estilo y ajuste ligeramente distinto. El arnés debe quedar ajustado pero sin apretar demasiado, ya que de lo contrario estaríamos creando una sensación de incomodidad y estrés a nuestro amigo. Para su correcto apriete dejaremos una holgura de un par de dedos entre las cintas del arnés y el cuerpo de nuestro perro.
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